El circuito Ricardo Tormo acogió una vez más los entrenamientos de pretemporada del Campeonato del Mundo de Fórmula E. La sesión inicial transcurrió sin incidentes pero, sin embargo, la jornada dio un giro inesperado al producirse un incendio en una batería, lo que provocó la evacuación del circuito y un retraso que se prolongó durante más de un día y medio.
Siguiendo los rigurosos protocolos de seguridad establecidos, las pruebas pudieron reanudarse el 26 de octubre por la tarde, lo que permitió a todos los equipos participantes evaluar sus respectivos resultados y realizar los ajustes necesarios, algo que ha comentado Eugenio Franzetti, director de DS:
«Las pruebas de pretemporada en Valencia nos dieron dos indicaciones importantes. La primera fue que los procedimientos de seguridad de las baterías establecidos por la FIA y la Fórmula E funcionan bien. El incendio del martes demostró que esos procedimientos se aplicaron a la perfección para evitar daños mayores».
A pesar de las interrupciones, los dos coches ofrecieron resultados prometedores. Pilotados por el bicampeón de Fórmula E Jean-Eric Vergne y el campeón de 2022 Stoffel Vandoorne, el equipo participó en una simulación de carrera productiva y mostró una velocidad impresionante durante la última sesión de pruebas.
«La segunda jornada fue que nuestro equipo puede partir con información positiva y útil para desarrollar nuestro coche de cara a la 10ª temporada. Aunque se rodó un poco menos de lo que esperábamos, pudimos probar muchas cosas y volvemos a casa con algunas ideas claras sobre lo que tenemos que hacer durante las próximas semanas».
Tras acumular una gran cantidad de datos valiosos a lo largo de los dos días de pruebas, los ingenieros del equipo se centran ahora en implementar los desarrollos necesarios para preparar la carrera inaugural en México, prevista para el 13 de enero de 2024.