La prensa italiana se rinde a la masterclass de Sainz en Singapur: "Ahora es el líder"
El dominio absoluto de Max Verstappen parecía no tener fin. Pero un hombre, vestido de superhéroe, nacido en Madrid y llamado Carlos Sainz decidió ponerse el mono de trabajo y romper el récord de diez victorias consecutivas del piloto holandés y las catorce victorias de Red Bull en catorce Grandes Premios. Lo que viene siendo un golpe sobre la mesa.
El piloto madrileño dominó de principio a fin el Gran Premio de Singapur. Salvo el primer entrenamiento libre, donde su compañero de equipo, Charles Leclerc, fue primero, el resto de pruebas las concluyó en lo más alto de la tabla. Una auténtica declaración de intenciones a sus rivales y, sobre todo, al 1 de Red Bull.
Después de una jornada histórica para la escudería Ferrari, que consiguió ganar un año más tarde de la última victoria de la marca italiana, la prensa mundial, pero, sobre todo, la italiana, se deshizo en elogios hacia el corredor hispano. Luigi Perna, de La Gazzetta dello Sport, hablaba de "obra maestra del genial estratega Sainz" o "Desde ayer cambia el calibre, y entra en el de los fuoriclase de la F1, capaz de hacer cosas especiales como Hamilton o Alonso".
Desde Tuttosport se preguntaban, retóricamente, al igual que muchos, si Carlos Sainz, tras su exhibición en Singapur, merece ser el líder de Ferrari: "Ahora es el líder, ¿es Singapur el punto de inflexión?" En el mismo medio, también se le calificaba de "Matador y zorro. Genio táctico con un paso de aquellos que se sienten más fuertes que los demás: un piloto computadora como Prost, pero con la pasión de un español".
Otros medios de comunicación, de tipo generalistas, como La Reppublica, se deshacían en elogios hacia el piloto madrileño: "Sainz hizo magia al final. Aplaude no solo Ferrari sino toda la F1 por acabar con el monólogo de Red Bull". De la misma manera, desde el periódico Corriere della Sera, el periodista Giorgio Terruzzi le dirigiría unas bellas palabras hacia el dos veces ganador con la Scuderia:
"Parece enamorado, con luz en los ojos, la confianza de un líder, la reputación volcada dentro de un mes para darle a la enorme familia roja lo que era esperado que diera Leclerc. ¿Que ha cambiado en esta soberbia y desconcertante demostración?".