




El camino de la Fórmula 1 en busca de la innovación tecnológica no cesa, ya que es su razón de ser. Otro objetivo que no cesa en el camino de la categoría reina es la búsqueda de una competición con mayor espectáculo durante la carrera. Haciendo repaso, ya van cinco cambios significativos de reglamento técnico:
2006 (motores V8 de 2,4 litros), 2009 (reducción drástica de aerodinámica, cambio en la fisonomía e introducción del KERS), 2014 (introducción de la tecnología híbrida en los motores), 2017 (regreso a los diseños de coches previos a 2009 para aumentar la velocidad en el paso por curva) y 2022. Para el año 2026 se espera otro cambio en el reglamento técnico que afecte a la fisonomía del coche y para el año anterior se espera un cambio en el reglamento de motores.
Para 2026 se busca un cambio previsto hacia la aerodinámica activa para ayudar a reducir el drag (resistencia al avance del aire) en las rectas y Nikolas Tombazis (encargado de monoplazas en la FIA) ha informado en una entrevista concedida a la edición italiana de Motorsport.com. El ingeniero griego ha declarado:
«Con las dimensiones de las ruedas, que serán más estrechas, más con el alerón trasero y el coche en general, pretendemos reducir el peso de los coches en unos 50 kg, por lo tanto, será posible ver monoplazas más pequeños: más cortos y más estrechos». Eso sí, esas intenciones tienes que ser debatidas, por eso añade: «Pero estamos hablando de soluciones que aún hay que discutir».
Menos drag en rectas, menos carga aerodinámica
Toda decisión tiene consecuencias. Reducir drag implica quitar agarre al coche en el paso por curva, por eso afirma lo siguiente: «Podremos reducir un poco las velocidades de paso por curva. Al ser más ligeros, irán más rápido en línea recta, pero generarán menos carga aerodinámica. Así que tendremos que aumentar la recuperación de energía del motor híbrido para garantizar un rendimiento adecuado en las vueltas»
Como suele suceder en estos casos, la FIA hace simulaciones para comprobar si los cambios funcionan o no tal como ha reconocido el propio Tombazis: «Se ha trabajado mucho para entender cómo se tendrá que hacer la recuperación y gestión de la energía, y cómo se podrán hacer los adelantamientos en función de la configuración aerodinámica».
«Hemos realizado muchas simulaciones cambiando estos parámetros y hemos encontrado soluciones que parecen funcionar adecuadamente«. Por último, lanza un mensaje sobre la integración del motor en los futuros chasis: «Si se tomaran las unidades de potencia de 2026 y se montaran en los coches actuales, probablemente el resultado sería el planteado por quienes estaban preocupados».
«Pese a esto, en los últimos meses hemos recogido una serie de avances muy positivos, por lo que los comentarios expresan posturas antiguas. También hay que tener en cuenta que el motor y el chasis tendrán que evolucionar juntos, y no será posible pensar en uno sin el otro«