Dixon consigue una victoria loca en Laguna Seca. Palou acaba en la 3ª posición
El domingo por la tarde, en los coches de la categoría IndyCar, se llevó a cabo la última carrera de la temporada 2023, que resultó ser caótica y llena de acontecimientos inesperados. Álex Palou estuvo a punto de lograr la victoria, pero la mala suerte se interpuso en su camino. En una carrera tan extravagante como la que se vivió en Laguna Seca, el especialista en remontadas, Scott Dixon, emergió como el ganador indiscutible.
Fue una especie de invitado sorpresa de última hora que siempre aparece en las fiestas importantes. Detrás de Dixon, terminaron Scott McLaughlin y el piloto español, que subió al podio en la última carrera del año y se aseguró su segunda Copa Astor. En la primera mitad de la carrera, Palou lideró cómodamente y evitó los problemas que surgieron en todos los ámbitos.
El piloto de Barcelona, que comenzó quinto, se benefició de una salida caótica que lo llevó al segundo lugar y luego adelantó al McLaren de Félix Rosenqvist, manteniendo un ritmo impresionante. Palou tuvo que sortear varios obstáculos, como la mencionada salida caótica, un doble trompo de Helio Castroneves que casi lo saca de la carrera (recordando momentos de las 500 Millas de Indianápolis).
Esto se junto con una bandera amarilla que lo atrapó mientras entraba en boxes y que casi resulta en una sanción, similar a lo que le sucedió en las 500 Millas, y los problemas en las resalidas. La suerte sonrió a Palou cuando recibió una advertencia, pero esa suerte se convirtió en desventaja en la vuelta 60, cuando otra amarilla parecía favorecer a Patricio O'Ward, quien ya había realizado su cambio de neumáticos pero aún no había montado los neumáticos rojos.
La amarilla atrapó a Palou en una mala posición estratégica, lo que lo relegó al séptimo lugar una vez que la carrera se normalizó y él estaba en neumáticos blandos que aún no había usado. Luego, hubo más banderas amarillas, tantas que el coche de seguridad de Oriol Serviá tuvo que hacer una parada en boxes para repostar combustible.
Esta locura favoreció a otros pilotos que habían optado por estrategias diferentes y sorprendentes, como Dixon, quien había sido penalizado al inicio de la carrera por un cambio de motor y luego cumplió una sanción por un incidente con VeeKay, pero de repente se encontraba liderando la carrera con solo 20 vueltas por delante.
Finalmente, después de la locura que envolvió la carrera, llegó una especie de calma que permitió a Scott Dixon llevarse la victoria, su tercera victoria de la temporada, gracias a la estrategia de su equipo. El equipo Ganassi celebró aún más con el podio de Álex Palou, quien recibió la Copa Astor como campeón de la temporada.
Aunque no pudo celebrar desde lo más alto del podio, eso ya era lo de menos. La pieza de caza mayor ya estaba en el bolsillo. Marcus Armstrong completó la destacada temporada del equipo Ganassi al ganar el título de novato del año.
