No hay descanso en la IndyCar y los pilotos volvieron a la acción este pasado fin de semana en la ronda de Portland. La categoría afrontaba la penúltima cita de la presente temporada, donde Graham Rahal partía desde la posición de privilegio, seguido de Scott McLaughlin y Colton Herta. Por su parte, Alex Palou, clasificó en la quinta posición en una ronda donde el español podría salir con el bicampeonato debajo del brazo.
Palou lo tenía muy de cara para hacerlo en Portland, pero todo tenía que salir a la perfección para que tuviéramos un bicampeón español en la IndyCar. El comisario ondeaba la bandera verde para dar comienzo a la penúltima carrera de la temporada 2023. Graham Rahal mantenía la posición de privilegio, mientras que por detrás una batalla entre Herta y Dixon, favoreció al piloto español de Ganassi para colocarse tercero por detrás de McLaughlin.
La carrera estaba muy nerviosa por la parte media de la clasificación, y Will Power provocó la primera bandera amarilla de la carrera tras frenar tarde al adelantar un monoplaza del equipo McLaren y quedarse calado en la hierba. Tras esa primera interrupción del coche de seguridad, la carrera entraba en la vuelta 25 con varios pilotos efectuando la parada en boxes.
Palou iba con la estrategia de neumáticos duros, por lo que paró en boxes seis vueltas más tarde para colocar la goma blanda y seguir líder virtual de carrera. La prueba estaba llegando a su ecuador, y Palou comenzaba a sufrir con las gomas blandas y esto lo estaba aprovechando Dixon que venía con neumático duro. El neumático izquierdo del español estaba bastante desgastado, y es por ello que Dixon olía sangre por delante.
El piloto español estaba haciendo un stint largo con las gomas duras, y se encontraba a más de veinte segundos de su rival y compañero Dixon cuando la carrera entraba en la vuelta 60. Este último tendría que parar antes que el español, mientras que Palou tendría neumáticos mejores que el neozelandés. La carrera tomaba su recta final, y en la vuelta 80, Alex Palou efectuaba su última parada en boxes que montaba nuevo set de duros.
En esta situación el liderato lo heredó Dixon, quien aún tenía que pasar por boxes pero estaba alargando esta parada. El múltiple campeón de la IndyCar hacía su última parada un par de vueltas más tarde que el español, pero este era líder virtual de la prueba dado que Rosenqvist tenía que ver de nuevo a sus mecánicos.
La carrera aún nos tenía guardada una nueva situación de bandera amarilla provocada por el argentino Agustín Canapino. Este segundo coche de seguridad le venía bien al piloto español, porque entre él y Dixon estaba intercalado el McLaren de Félix Rosenqvist. La carrera se reanudó con menos de 15 vueltas para el final, con Palou líder y Roseqnvist como el gran aliado del piloto catalán.
Todo salió sobre ruedas (nunca mejor dicho) para Alex Palou que se consagró como bicampeón de la IndyCar. El piloto de Chip Ganassi obtiene su segundo título en la categoría y es de nuevo el rey de la misma. Sus rivales lo lucharon hasta el final, entre ellos Scott Dixon quien se subió al tercer cajón del podio en Portland pero que no le fue suficiente para alargar la batalla hasta Laguna Seca.
Palou continua agrandando su leyenda en los libros de historia de la categoría, y vuelve a saborear lo que es ser campeón de la IndyCar. Al español sólo le falta por lograr la tan ansiada victoria en las 500 millas de Indianápolis, que lo intentará el próximo año y todo apunta que con el equipo Ganassi.




