




Aprovechando el parón vacacional en el que está inmersa la Fórmula 1, el equipo Mercedes ha publicado una entrevista a su jefe, Toto Wolff, en la que da su opinión acerca de lo sucedido hasta ahora en la temporada, un curso en el que las flechas plateadas no se encuentran donde les gustaría. «El año en Baréin no comenzó bien, pero creo que durante las últimas carreras hemos sido capaces de entender más el coche, aprendiendo y encontrando mejoras».
«La lucha por la segunda plaza del campeonato está muy ajustada entre Aston Martin, Ferrari, McLaren y nosotros. Será una intensa batalla hasta que finalice la campaña. Nuestro objetivo siempre es aspirar a la victoria, no al segundo puesto, por eso nuestro desafío es regresar a lo más alto. En la segunda parte de la temporada nos centraremos en desarrollar el monoplaza lo máximo posible», declara Wolff sobre el 2023 de la escudería alemana.
En cuanto a los aspectos positivos del año, Toto se refiere a la línea ascendente que están siguiendo. «Sabemos dónde tenemos que añadir rendimiento. Es un proceso frustrante, pues requiere de tiempo tomar una nueva línea de desarrollo del coche, así como una enorme cantidad de trabajo por parte de todo el equipo».
«Sin embargo, hay una luz al final del túnel. Además, está siendo un año positivo en lo que a la unidad de potencia se refiere. Tenemos un motor que se encuentra por encima del resto«. Una de las causas que propician la gran unidad de potencia que posee Mercedes es la colaboración entre la fábrica de Brackley y la de Brixworth, donde se desarrollan los propulsores.
«La colaboración es fundamental. El trabajo en equipo entre las dos fábricas es más fuerte que nunca. Es por eso que está siendo una temporada sólida desde el punto de vista de la unidad de potencia. El motor no sólo es potente, también fiable, y eso es algo que también están experimentando las demás escuderías de la parrilla que llevan motor Mercedes«.
No obstante, no todo pueden ser luces, también hay sombras que los alemanes tratan de dejar atrás más pronto que tarde. Y la solución es proporcionar a los pilotos una mejor herramienta para luchar y alcanzar los objetivos. «Tenemos que darles un coche más balanceado y preciso, más estable a la hora de afrontar las curvas y con una mayor carga aerodinámica. Ese no es el caso por el momento».
«Es un gran reto para nosotros, ya que de conseguirlo aportaríamos más confianza a los pilotos y, en consecuencia, el equipo en general tendría un mejor rendimiento». Acerca de los propios pilotos, Wolff no escatima en elogios: «Los dos pilotos han realizado un trabajo fantástico lidiando con los altibajos del coche y su manejabilidad».
«Han sabido rendir a través de los desafíos que nos hemos encontrado en el camino de una forma muy profesional, siempre buscando aprovechar cada oportunidad para colocar al equipo en una mejor posición». Y no sólo es trascendental la dupla de pilotos oficiales, sino también la labor en la sombra del tercer piloto, Mick Schumacher, que el año pasado se quedó sin hueco en Haas y en 2023 ha recalado en las filas de las flechas plateadas.
«Mick es una gran persona. No es sólo un buen piloto, sino que tiene unos valores muy importantes y nos ha ayudado constantemente. Su trabajo en el simulador está marcando la diferencia en la pista», señala Wolff sobre el hijo del heptacampeón mundial. Por su parte, Mercedes tiene entre manos metas globales fuera de las pistas que, según Wolff, se están cumpliendo con creces.
«Avanzan muy satisfactoriamente. Trabajamos mucho en sostenibilidad, diversidad, igualdad e inclusión, ámbitos que me enorgullecen enormemente cuando miro a los miembros de la compañía. Nuestros esfuerzos en estas áreas nos están abriendo puertas y generando oportunidades. Estoy contento con la dirección que hemos tomado y tenemos la intención de seguir desarrollando estos temas en el futuro».
En lo que respecta al futuro más inmediato, está claro dónde están puestas las miradas: «Estamos enfocados en 2024. Todavía tenemos que traer actualizaciones al coche actual, pero nuestra meta es llegar fuertes al año que viene ya que hay muchas cosas que podemos optimizar y mejorar. Cuanto más aprendamos durante lo que queda de temporada, mejores perspectivas tendremos para la próxima».
Por último, Wolff no se ha querido olvidar de los incondicionales aficionados de la marca de la estrella, que demuestran su fidelidad a las duras y a las maduras: «Es algo que siempre ayuda muchísimo. Incluso cuando el coche no está en su mejor momento, tenemos fans que nos alientan y que no nos generan negatividad. Ellos nos animan, se alegran y sufren con nosotros, y eso nos inspira. Ojalá pronto volvamos a los días en los que les dábamos muchos motivos para celebrar«.