




Los cambios directivos en Alpine no han tardado en llegar tras no obtener unos buenos resultados en lo que llevamos de temporada. Comenzando con la salida de Otmar Szafnauer, le han seguido grandes nombres como Alan Permane, Laurent Rossi y Pat Fry. Ha sido el máximo responsable, Luca de Meo, el encargado de realizar todos estos cambios con el objetivo de mejorar los resultados del equipo.
Las expectativas que tenían en esta temporada no han sido las esperadas, tras de conseguir el cuarto puesto la temporada pasada en el campeonato de constructores. Este año, van sextos y muy lejos de poder alcanzar a McLaren. En plena fase de reconstrucción, ya empiezan a sonar los primeros nombres. El nombre más sonado para cubrir el puesto de director técnico es el de Mattia Binotto.
Recién salido de Ferrari, podría pasar a convertirse en la mano derecha de Stefano Domenicali. Con la posible llega de Binotto a Alpine, Liberty Media considera muy posible la italianización de las altas esferas y que atraiga ingenieros de Ferrari a su equipo. Tras la intervención de la FIA, que bloqueó el intento de Alpine de reclamar un reajuste de su potencia respecto al resto de propulsores, admitiendo estar unos 30 CV por debajo.
Por eso, el fabricante galo quiere traer a Viry grandes profesionales que trabajen para encontrar lo necesario con una unidad congelada. Con la cabeza puesta en 2024, Alpine buscará los mejores para desarrollar su proyecto, contando con la posibilidad de atraer trabajadores de la escudería italiana con grandes ofertas.
Lo que si que está claro, es el comienzo de una nueva era en Alpine, decisión que fue apoyada por el presidente de la firma , los gestores de Otro Capital, RedBird Capital Partners y Maximum Effort Investments.