
Lucas di Grassi, expiloto de F1 y actualmente en Fórmula E con el equipo Mahindra, ha puesto a la categoría eléctrica en un top 3 de competiciones automovilísticas a nivel mundial y ha destacado la dificultad que esta entraña. La Fórmula E se encuentra en constante crecimiento tanto de audiencia como de nivel con la llegada de nuevos pilotos jóvenes como Da Costa o Bird y de antiguas reliquias pertenecientes al gran circo como Roberto Merhi, Pascal Wehrlein o el propio Di Grassi.
El brasileño ha recalcado el gran nivel del cual goza la categoría a la que él pertenece y ha expresado su disconformidad con la poca visibilidad que esta tiene de cara a algún piloto dé el salto a la F1. «Diría que el nivel de la Fórmula E es bastante bueno. Creo que es el segundo o tercer mejor Campeonato de todo el mundo y el nivel de los pilotos es increíblemente alto».
«Tenemos a algunos pilotos que están ahí y no han estado en Fórmula 1 como Da Costa, Evans o Bird. Estos tres, sin duda, se merecían una oportunidad allí». El de Mahindra se ha incluso atrevido a comparar el nivel de la categoría eléctrica con el de la F1 a pesar de sus notables diferencias en cuanto a funcionamiento y reglamento.
Y, precisamente por esos motivos, Lucas di Grassi cree que un piloto de F1 no tendría porqué destacar dentro de la Fórmula E, al tratarse de dos categorías totalmente independientes. «Es difícil decir qué categoría es mejor o peor, simplemente porque se usa otro tipo de técnica diferente dentro del coche. Puedes tener a un piloto que sea muy bueno en Fórmula 1, pero que no lo sea tanto en Fórmula E y todo lo contrario«.
Precisamente este fin de semana la Fórmula E pone punto final a su temporada en Londres con Jake Dennis como principal favorito para hacerse con el título. Una categoría que suele dar tiempo de adaptación a sus pilotos y no ir tan a contrarreloj como el gran circo. Factor del cual también ha querido hablar el piloto brasileño, haciendo la analogía con el reciente despido de Nyck de Vries tras solo 10 carreras de experiencia a bordo de su monoplaza.
“Cuando despides a un piloto después de diez carreras, dejas claro que el proceso de la toma de decisiones y la decisión en sí es incorrecto. El mundo del motor se apoya mucho en el instinto o en una vuelta en vez de mirar a largo plazo. La metodología de analizar y los datos y hacer el coche más rápido, también debería ayudar a elegir al piloto correcto«.