
La FIA ha adoptado medidas significativas para el próximo Dakar, lo que demuestra que Audi tenía razón al plantear sus preocupaciones. Después de numerosas reuniones y reclamaciones por parte del fabricante alemán, e incluso la amenaza de retirarse si no se abordaba la situación entre los competidores, la marca del Grupo Volkswagen competirá en igualdad de condiciones en su próxima participación en el desierto de Arabia Saudí.
Aunque la FIA no ha reconocido explícitamente las preocupaciones de Audi, las medidas tomadas hablan por sí solas. Hace varias semanas se acordó modificar el reglamento técnico del W2RC, y en la última reunión del Consejo Mundial de la FIA se confirmó oficialmente que Audi tendrá más potencia en sus tres RS Q e-tron E2.
Según los datos recopilados por la Federación, se evidenció una desventaja para los vehículos alemanes en términos de relación peso/potencia. A partir del 5 de enero próximo, la marca de los cuatro aros disfrutará de un aumento de potencia que se traducirá en 32 CV adicionales. Algunos de estos cambios ya se implementaron durante la edición anterior, cuando se estrenó el EoT (Equivalencia de Tecnología) que permitía a la FIA modificar la potencia eléctrica del vehículo alemán.
El resto de los cambios entrarán en vigor con el inicio del nuevo año, ya que el reglamento no se modificará durante el resto del campeonato. Gracias a este aumento de potencia, Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström contarán con un límite máximo de 286 kW (389 CV), algo que ya pudieron probar durante las sesiones de pruebas realizadas en Arabia Saudí el pasado mes de mayo.
En ese momento, ya conocían la decisión de la FIA y también recibieron otra buena noticia que igualará aún más la competencia en la categoría principal del Dakar. De los cinco grandes fabricantes, Toyota, BRX, Mini y Ford aumentarán su peso mínimo, aunque en una cantidad mínima. Los vehículos T1+ pasarán de 2.000 a 2.010 kilos, sin obtener un aumento de rendimiento.
Este enfoque es opuesto al de Audi, ya que sus prototipos superan el nuevo peso mínimo establecido. El Audi RS Q e-tron E2 mantendrá un peso de 2.100 kg, el mismo con el que compitió en la última edición, y no se esperan cambios. Aunque lograron reducir el peso en aproximadamente 90 kg entre las dos últimas participaciones (de 2022 a 2023), en esta ocasión se centrarán únicamente en optimizar la base del vehículo.
Existe la posibilidad de que esta sea la última visita de Audi al desierto en el Dakar 2024, ya que el presupuesto necesario para el regreso de la marca a la Fórmula 1 afecta a otros proyectos, y el Dakar cumplirá sus tres años iniciales. Por ahora, Audi regresa con el mismo objetivo que en el primer día: conquistar el Touareg.