OPINION | Vencedores y vencidos del Gran Premio de Mónaco 2023

Max Verstappen

Hace tiempo que la perfección del holandés no sorprende. Queda muy lejos aquel piloto terriblemente rápido pero que de vez en cuando cometía errores, como sucedió en la clasificación del Gran Premio de Mónaco de 2016 y de 2018. El Verstappen actual, ya bicampeón, mantiene la fiereza y ambición intactas, pero su solidez está a prueba de bombas.

No falla y sabe ser frío y calculador cuando el momento lo requiere. Ayer contaba con un liderato holgado cuando cayó el chaparrón que puso en peligro su victoria. Los nervios no lo traicionaron y se acercó a los muros de Montecarlo con la precisión de un cirujano, sin sobrepasar los límites en una situación muy propicia para hacerlo. Segunda victoria para el holandés en el principado y nuevo paso adelante hacia su tercer título consecutivo.

Fernando Alonso

La mayor aliada que el asturiano debió tener no hizo acto de presencia. La fortuna, tantas veces esquiva para él en años anteriores, representaba su principal pasaporte hacia su victoria número 33. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Había que ser muy optimista, y un poco ingenuo, para esperar un error de Verstappen o un problema de fiabilidad del Red Bull.

Aun así, Alonso hizo sus deberes, cumplió con su cometido y logró, once años después, subirse al podio del circuito más emblemático de la Fórmula 1. Por supuesto, no ayudó que Aston Martin introdujera neumáticos de seco en el momento que comenzó a llover con intensidad. Apostaron fuerte, se la jugaron y no hubo recompensa.

Al final, Se rindieron ante la evidencia y tuvieron que volver a parar a Fernando para montar las gomas de lluvia, con Verstappen a un mundo de distancia y las opciones de triunfo desvanecidas. Eso sí, fue su quinto podio en las seis carreras disputadas hasta la fecha. Alonso no tiene ningún motivo para la decepción. Como él mismo indicó tras la prueba, llegarán más oportunidades a lo largo del año.

Esteban Ocon

El francés se valió de una gran clasificación para introducirse en la zona puntera de la parrilla. Rodó tercero durante la carrera sin que le temblara el pulso. Consciente de que Alpine necesitaba un buen resultado para resarcirse de un nefasto inicio de temporada, Ocon sacó los codos y se hizo ancho en un escenario en el que adelantar es prácticamente imposible. Que se lo pregunten a un desesperado Carlos Sainz, que pese a su mayor velocidad no fue capaz de encontrar una grieta en el francés.

No había espacio y Ocon aguantó el tipo sin equivocaciones y con una defensa pétrea. Su tercer puesto supone el segundo podio de su trayectoria en la Fórmula 1, tras el que alcanzó en Hungría en 2021, donde logró una inesperada y dulce victoria. Ocon y Alpine enderezan una campaña, hasta el momento, algo tormentosa.

Sergio Pérez

Checo cayó en una de las numerosas trampas desplegadas en las calles de Montecarlo. En la clasificación quedó sentenciado. Se fue ancho en una curva y los muros, siempre implacables, le esperaban. Partiendo desde la última posición, no había lugar para la esperanza. Remontar en Mónaco no es una proeza, sino una utopía. Los puntos parecían inalcanzables, y así fue.

No hubo milagro. Fuerte mazazo el que recibió el mexicano, además de una lección que ya debería tener aprendida: los fallos no son admisibles cuando te enfrentas a una máquina demoledora como Verstappen. Ese es el talón de Aquiles de Pérez en estos momentos: su inconsistencia. Es capaz de completar un fin de semana al nivel de su compañero de equipo, pero también de meter la pata en el momento más inoportuno. En Mónaco presenciamos su lado menos inspirado.

Carlos Sainz

Hay ocasiones en las que todo falla y uno sólo puede resignarse. Es lo que le sucedió al madrileño y a Ferrari. Tanto el piloto como los responsables de la estrategia no estuvieron acertados. Primero desde el muro, tomando una decisión letal: la de realizar la parada sólo una vuelta después que la de Ocon, en vez de mantenerse en pista durante más vueltas a fin de realizar un overcut, algo que habría sido factible en vista del ritmo de Sainz, notablemente superior al del Alpine.

Posteriormente, cuando Carlos veía que adelantar era imposible y la pista estaba tremendamente resbaladiza, empezó a arriesgar más de la cuenta y cometió un error que casi le cuesta la carrera. Pasó del cuarto al octavo lugar, y ahí se quedó. "Todos nos hemos medio salido de la pista, pero a mí el error me ha costado más caro que a los demás", apuntó el madrileño.

Lance Stroll

Horrible fin de semana para el canadiense, quien no aprovechó el arma que tenía entre sus manos. En su último intento de la Q2 tuvo que abortar la vuelta debido a que algo en su monoplaza no funcionaba correctamente tras pasar por la zona en la que había restos del monoplaza de Lando Norris. En la carrera fue uno de los que peor lidió con las condiciones del trazado mojado.

Se fue contra el muro, y lo hizo con los neumáticos intermedios, teóricamente los más adecuados en esos compases de la prueba. Ya son muchas las oportunidades de oro que está dejando escapar el compañero de Alonso. Es evidente que el rendimiento de ambos dista mucho de ser comparable.

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