Ferrucci rozó la gloria: "Josef, Marcus y yo podríamos haber ganado"
Santino Ferrucci se marcha de las 500 millas con un sabor agridulce al protagonizar una actuación brillante, pero quedándose a las puertas del bien más preciado para un piloto: la victoria. El norteamericano finalizó tercero las 200 vueltas al óvalo del Indianápolis Motor Speedway en una carrera loca con muchos vaivenes en la que él siempre se mantuvo en las posiciones delanteras, incluso llegando a liderar en algún momento.
A tres vueltas del final se ondeaba la bandera roja tras el accidente de Pato O´Ward reduciendo así la lucha por el todo a una vuelta entre Ericsson, Santino y el, a la postre ganador, Josef Newgarden. Lucha final a la que Ferrucci solo pudo asistir como mero espectador. “Estoy desanimado porque pienso que podría haber ganado. Estoy seguro de que Marcus piensa lo mismo que yo. Definitivamente, los tres podríamos haberlo ganado en cualquier momento”.
En las 500 millas de Indianápolis es muy importante ahorrar combustible de cara a las últimas vueltas o incluso poder recortar una parada respecto a tus rivales. Motivo por el cual vemos que muchas veces nadie quiere liderar y todo el mundo piensa en la estrategia como dictaba el de A.J. Foyt. “Hubo un momento en el que estaba pensando en el combustible porque, cuando estás en verde tanto tiempo, estás como, bueno, tiene que haber un amarillo en algún momento porque se quedarán sin gasolina y vamos a tener que hacer seis paradas”.
La edición de este año estuvo marcada por las tres banderas rojas que se aglutinaron en las últimas veinte vueltas. Santino Ferrucci explicaba que, a nivel de motivación y concentración, los parones provocados por los accidentes de sus compañeros le vinieron bien. “Lo mejor de las banderas rojas fue que podía escuchar al locutor, me emocionaba cada vez que llamaban al 14 para ganar, era increíblemente fuerte en este lugar, más que cualquier otra cosa que haya escuchado”.
Ferrucci confesaba tras la carrera que más que nervioso estaba emocionado y al borde del llanto antes de comenzar la carrera tanto por la relevancia de esta como por los últimos sucesos acontecidos dentro del equipo. “Normalmente para esta carrera hay un poco de nerviosismo. Estaba casi como llorando cuando subí al monoplaza porque creo que esta carrera significó mucho para muchos de nosotros hoy, específicamente obviamente con el fallecimiento de la esposa de AJ y la madre de Larry, con el padre y esposo de Marie y Ann”.