ESPECIAL | Senna y sus anécdotas: desde perderse en Argentina hasta ganar un McLaren

Un día como hoy (1 de mayo) pero de hace 29 años se producía una de las mayores tragedias de la historia de la Formula 1. Fue tan grande el desastre que los cambios que se hicieron posteriormente a este acontecimiento cambiaron para siempre la historia de la categoría. Este desastre fue la muerte del legendario Ayrton Senna en el GP de San Marino en la curva Tamburello.
Hasta ese entonces, el brasileño era una de las grandes atracciones de la categoría. Su salto a la fama en Toleman, sus grandes actuaciones en Lotus y la batalla que transcurrirá por los siglos ante Alain Prost en McLaren, además de sus tres títulos mundiales lo convirtieron en su momento en la gran referencia de la categoría por aquellos años (vamos, un Verstappen o Hamilton de hoy en día).
Pero, como sucede siempre, detrás del icono hay siempre un hombre con sus costumbres y sus curiosidades. Senna no era la excepción y, por eso, desde PitLane Motor, para conmemorar su 29º aniversario, hemos querido recordar algunas de las anécdotas y curiosidades del expiloto de McLaren y de Williams, entre otros equipos:
1. Se perdió en Argentina (1981)
En los inicios de su carrera automovilística, Senna destacó mucho en el karting, dónde ganó el campeonato sudamericano en 1977 y fue subcampeón mundial en dos ocasiones (1979 y 1980). Al año siguiente de su segundo subcampeonato, el brasileño visitó Córdoba (Argentina) para una visita especial al trazado argentino.
Cuando aterrizó en la ciudad, se dirigió a la sede de la Asociación de Karting, dónde se le informó de sus actividades, a las cuales Senna sugirió algunos cambios, los cuales fueron aceptados. Entonces, se dirigió al barrio de San Vicente, dónde los kartistas le esperaban. Sin embargo, se topo con una Honda de más de 1000 CC. Esto maravilló a Senna, que le pidió que si le podrían prestar la moto, algo que aceptaron y Senna se fue corriendo por las calles de Cordóba.
Pasaron los minutos y nadie conseguía localizar a un Senna que se estaba divirtiendo por las calles con la Honda prestada. Entonces, los kartistas, desesperados, decidieron ir a buscarlo hasta que lo encontraron y lo llevaron a su hotel. Eso sí, el fin de semana no terminó muy bien para él, ya que tuvo que abandonar en las dos carreras que disputó.
2. Picado en el futbol (1982)
Un año después de su paso por Argentina, Senna ya competía en la Formula Británica. En septiembre de ese año, mientras estaban por Brands Hatch, el brasileño pensó en hacer un partido de futbol entre extranjeros e ingleses. Entonces, para poder ganar el partido, Senna fue a buscar al expiloto argentino Víctor Rosso, con el cual Senna tenía una buena relación.
El propio piloto argentino confesó que tampoco sabía jugar a futbol. "El propio Ayrton me vino a buscar para que juegue en su equipo, teníamos excelente trato. Finalmente jugué, aunque era bastante malo, y mientras estábamos en el picadito, en los paddocks, me acuerdo que a Ayrton no le gustaba perder ni a las bolitas, yo no la veía ni cuadrada", comentó Rosso.
Tras verlo jugar y ver que era bastante malo, Senna no aguantó más verlo jugar y le dijo lo siguiente en un mixto entre español y portugués, según ha comentado Rosso (traducido al español): "Ey, gringo (le llamaba así), eres muy malo!!! ¿Por qué no vas a la portería y haces de portero hijo de puta? No puedes ser tan malo".
3. Su apuesta con Ron Dennis (1990)
En 1990, con ya un campeonato del mundo a sus espaldas, el brasileño llegaba al GP de Italia con ganas por obtener una nueva victoria que le acercaría a su segunda corona en la F1. No obstante, los datos decían que, hasta entonces, Senna nunca había conquistado la carrera en Monza y, teniendo en cuenta que Prost corría para Ferrari, las posibilidades eran escasas.
Pero esto no lo decía un cualquiera, sino que lo decía el mismísimo Ron Dennis, jefe de McLaren. Entonces, Senna, confiado en ganar, se apostó el coche de esa temporada (McLaren MP4/5B). Si ganaba la carrera, el brasileño se llevaría ese monoplaza a su natal Brasil. Entonces, ¿Qué fue lo que sucedió durante ese fin de semana?
El brasileño dominó todo el fin de semana. Hizo la pole, firmando un tiempo de 1:22:533 y consiguió la victoria, sacándole más de 6 segundo a su antiguo compañero de equipo y rival, con el compañero de Senna, Gerhard Berger, acompañándolos en el podio a ambos. Resultado: el McLaren de esa temporada, una vez finalizó 1990, fue enviado a Sao Paulo, dónde está expuesto en el Instituto Ayrton Senna.
4. Sus bromas con Gerhard Berger (1990-1992)
Después de la marcha de Prost a Ferrari, Gerhard Berger llegaría a McLaren para acompañar a Senna. Aunque pueda parecer que la relación entre dos compañeros de equipo con un coche ganador no sería buena, la cosa es que no fue así entre Berger y Senna. Ambos tenían una relación estupenda, se llevaban muy bien (quizás, demasiado bien).
Y es que algo muy común que caracterizó a esta relación fueron las bromas que se gastaban. Cosas como que Senna trajo un maletín hecho de fibra de carbono, que parecía indestructible, y que Berger lo tiraría desde un helicóptero para comprobar que, efectivamente, era indestructible, o que el austríaco llenaría de animales la cama del brasileño son prueba de ello.
Ejemplos de otras bromas fueron cuando Senna dejo en la habitación de Berger un queso apestoso, cuando en su año de debut, tiró a algunos miembros del equipo a la piscina del hotel aún vestidos, incluyendo a Senna, el cual le arrojó un vaso de agua y huyó a su habitación y, al día siguiente, Berger cogió un extintor y echó espuma a la habitación.
Sin embargo, una de las bromas que más se destaca de este dúo ocurrió en Argentina. Rumbo hacia esa carrera, Berger pegó en el pasaporte de Senna algo parecido a unos genitales. La broma podría parecer inofensiva, pero cuando tuvo que enseñar el pasaporte para entrar en el país argentino, tuvo que estar retenido 24 horas enteras antes de que le dejaran pasar. La venganza: Senna pegó todas las tarjetas de crédito de Berger.
5. Otras Anécdotas
Otras curiosidades que tiene Senna era que, de pequeño, su sobrenombre era Beco, que comentó que su mejor compañero fue Johnny Checotto, que su mejor rival fue Terry Fullerton (compitió en karts), que se enamoró de un circuito en Gales llamado Pembrey Circuit, al cual llegó para hacer unas pruebas con McLaren y quedó tan encantado que fue visitándolo durante los siguientes años.