Isidre Esteve salva una difícil jornada y ya vislumbra la meta final

El Dakar toca a su fin. La que ha sido una de las ediciones más complicadas de los últimos años da sus últimas bocanadas y los pilotos que han conseguido llegar hasta aquí ya ansían llegar al final. Objetivos cumplidos en mayor o menor medida por cada uno de ellos porque tratándose del Dakar, el objetivo número uno es acabarlo.
No hay más que echar un vistazo a cómo le han ido a dos grandes de esta prueba y del automovilismo como Stéphane Peterhansel o Carlos Sainz para darse cuenta de ello. Para Isidre Esteve las cosas han ido mejor en el Dakar de este 2023. El piloto español del Repsol Toyota Racing Team ya sólo dista de la meta final los 136 km de especial de la jornada de mañana, la cual, transcurrirá entre Al-Hofuf y Dammam.
Trigésima cuarta plaza en la general hasta ahora a expensas de lo que ocurra mañana, nada mal. La jornada de hoy, a pesar de las grandes dificultades, ha finalizado con el catalán en la veinteava plaza. Gran resultado, más, teniendo en cuenta que el terreno hoy era más propicio para side- by-side y buggies que para coches como el suyo.
“La pista dura ha sido casi inexistente en toda la especial, apenas los últimos 4 kilómetros. Los restantes 149 eran sobre arena y dunas, y aunque el recorrido no era tan complicado como ayer, la superficie era muy blanda”. Por otro lado, la arena y las dunas son algo común en el Dakar, pero el que no se pueda distinguir bien que hay en esa arena.
"Hemos ido todo lo rápido que hemos podido, pero la mayor complicación era que no se distinguía bien el relieve. La arena era de un color rosado y no podías distinguir bien lo que tenías justo delante del coche. Esta sensación era un poco complicada para mí, porque me mareaba un poco, así que de acuerdo con Txema hemos optado por la prudencia y hemos bajado un poco el ritmo".
"La mejor noticia es que ya viajamos camino del último vivac y estamos listos para afrontar la última especial para acabar el Dakar”. Mañana concluye un Dakar de bastantes sinsabores para la delegación española.