Día negro para Barreda: caída, fractura de una vertebra y adiós al Dakar

Si hay un participante con el que el Dakar muestra su faceta más cruel es Joan Barreda, el castellonense sufrió un nuevo accidente en la novena etapa que le mando al hospital. Desde la segunda etapa estaba pilotando magistralmente pese a los dolores derivados de una fractura del dedo gordo del pie izquierdo, que le ha seguido acompañado toda la edición.
Pero los percances este año no se quedan ahí, pues en la quinta su cabeza y casco fueron arroyados por la motocicleta de Toby Price, lo que le ocasiono una perdida de conocimiento durante un breve periodo de tiempo. Algo que puso en alerta a sus colegas y rivales durante la celebración de la etapa, además de sufrir una fuerte caída al caerse de la moto acelerando en una duna durante la octava etapa.
Accidentes que poco a poco le han ido ocasionando más de una secuela y que finalmente parecen haber pasado factura en el físico del piloto de 39 años, su cuerpo ha dicho basta al tener un nuevo percance antes de pasar por el primer punto de control, en los primeros 16 kilómetros y ha sido trasladado a un hospital de Riad con una fractura en la vértebra L2: "Fue una pena, pero así es".
Un castigo demasiado duro por el piloto en activo con más victorias en etapas del Dakar (29), a solo cuatro del récord de Cyril Despres y Stéphane Peterhansel. Pese a todo esto, parecía que este iba a ser su año, pues el de Torreblanca se encontraba a poco más de 7 minutos de la cabeza y de su ansiado primer Dakar, después de haber participado en 13 años diferentes.
Pero en su situación, si se desea cumplir con sus aspiraciones y objetivos, ya entrados en la etapa 9, hay que correr riesgos y el coste finalmente ha sido demasiado alto. Adiós a una nueva edición, que ha tenido que abandonar hasta en 6 ocasiones con esta y para añadir peso a la desgracia, podría ser el último; pues cuando arranco la competición este año, ya anuncio que seguramente sería su último Dakar.
Esperemos que no sea así, que este nuevo fracaso despierte el pundonor y la rabia que caracteriza al piloto de Honda. Marca que le ha acompañado durante muchos años y que en esta ocasión ha querido estar a su lado, dado que en el hospital se encontraba con él un miembro de Honda, y que ya allí ha tenido que anunciar el fatídico desenlace de sus dolores de espalda a la prensa: “Estoy en hospital aún esperando última charla con el doctor. Tengo la L2 fracturada”.