Isidre Esteve, contento con su progresión en el Dakar: "Cada día me siento mejor"

Isidre Esteve ha tenido, más o menos, una etapa tranquila. El español, eso sí, ha tenido un pequeño problema con la temperatura en el diferencial trasero en la primera parte de la especial. No obstante, estos problemas se han solucionado en la segunda parte, terminando la etapa en la 33ª posición, ascendiendo a la trigésima posición en la general.

Después de terminar la etapa, Esteve ha detallado en profundidad cómo ha sucedido todo. "Cuando llevábamos menos de 30 kilómetros ha saltado un aviso de exceso de temperatura en el diferencial trasero, que estaba trabajando a 140ºC, por lo que hemos parado en pista. De acuerdo con Txema, hemos decidido retirar unas tapas de protección para la lluvia para mejorar la aireación de este elemento", comentó el ilerdense.

Eso sí, no ha sido la única que les ha tocado parar. "Sin embargo, 10 km más tarde se ha vuelto a encender el testigo en el tablier, así que hemos parado por segunda vez para inspeccionar al completo el coche y valorar posibles causas. Habremos perdido unos 13 minutos entre ambas detenciones, pero no hemos encontrado nada anormal, por lo que no nos ha quedado más remedio que aminorar el ritmo", explicó el piloto de Repsol.

Aunque consiguieron sanar el problema aminorando la marcha, eso creaba otro problema. "Esta decisión salvaba el diferencial, pero ha convertido el ascenso a cada duna en un verdadero calvario. No podíamos exprimir al máximo la potencia del motor", detalló el piloto de la provincia de Lleida. No obstante, una zona neutralizada les ha permitido recuperar y sanar por completo el problema.

"Ha sido una pausa mágica, porque esos diez minutos han bastado para reducir a 90ºC la temperatura del diferencial. Para nuestra sorpresa, desde este punto ha mantenido su rango de funcionamiento habitual (entre 100 y 120ºC), lo que nos ha permitido atacar. La alerta tan sólo ha regresado en los últimos 10 km, pero no nos ha impedido llegar al campamento".

"Ahora toca revisar a fondo el coche y ver qué ha ocurrido", analizó el catalán. Valorando generalmente la carrera, Esteve destaca que se está encontrando con buenas sensaciones. "Debo decir que, contra lo que yo mismo pensaba, cada día me siento mejor. Tan sólo he tenido un momento de apuro en toda la semana, la segunda etapa, en la que la combinación de un terreno roto y pedregoso".

"Además, hay unas orejeras del baquet tan estrechas, que hacían que mi casco golpeara sin cesar, me hicieron acabar el día algo mareado y con fuertes dolores de cabeza", expresó el de Lleida. Aunque es cierto que tuvo problemas al inicio de la carrera, cada día se está encontrando mejor. "Pero superado este pequeño bajón, cada jornada que pasa me veo más fuerte".

"En este sentido, agradezco el increíble trabajo de fisioterapia que hace Lidia Guerrero al final de cada día para ponerme a punto, porque está siendo fundamental", indicó el piloto de Repsol. Y es que cree que estas últimas etapas le han hecho ir mejorando cada vez más. "Tengo la sensación que iremos mucho mejor en las etapas de arena que en las de piedras y de pasos rotos. El coche se comporta muy bien en las dunas. Esto me hace albergar mucha confianza en lo que viene", fueron las palabras de Isidre Esteve.

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