"La riada en el desierto", una historia de terror en el Dakar 2023

La palabra "desierto" nos pueden llevar a imágenes de grandes desiertos, zonas en las que la vegetación brilla por su ausencia y altas temperaturas. Pero la Etapa 3 del Dakar 2023 ha cambiado por completo este concepto, o por lo menos ha sido así para buena parte de los participantes, en especial para la categorías T3 y T4, que han vivido un auténtico infierno por una riada.

La jornada no ha sido sencilla para los primeros coches y buena parte de las motos, que si que se han encontrado con la lluvia, el granizo y el frío. Pero conforme ha ido pasando el día la situación se ha ido complicando en el campamento y en el recorrido de los participantes por la intensa lluvia, que lo ha anegado todo. Una situación que ha obligado a detener la carrera antes de que se pudieran completar los 447 kilómetros previstos.

El punto más problemático ha sido a la hora de cruzar un río, con la respectiva crecida por culpa de las lluvias. La situación más delicada se ha vivido con los prototipos de la Clase T3 y los SxS, con varios participantes atrapados y viviéndose escenas muy peligrosas para desenganchar los coches. Una situación en la que ha sido protagonista el equipo Red Bull Can-Am con Cristina Gutiérrez, Pablo Moreno, Chaleco López y Juan Pablo Latrach.

Las dos tripulaciones de la marca de la bebida energética se han quedado atrapadas en mitad del río, cubriendo buena parte de sus coches. De hecho sendas unidades han precisado de la ayuda de los camiones para poder remolcarlos fuera del agua, dando lugar a unas imágenes que ya forman parte de la historia de este Dakar con los cuatro deportistas sufriendo para no ser llevados por la corriente.

Y aunque los camiones han servido de ayuda a los prototipos, los elefantes del desierto también han tenido que sudar para salir de esta situación. Pero este no ha sido el único punto delicado ya que, una vez en el recorrido alternativo, la fuerte tormenta ha hecho mella en los participantes. Y en especial a las motos.

"Nos hemos enchufado 200 y pico kilómetros por carretera diluviando a muerte. Por momentos ni se veía delante de la moto e íbamos congelados de frío. Yo iba sin chubasquero, sin mangas, con los guantes finos... puta locura", afirmaba el piloto Javi Vega, que compite sin asistencia en la categoría Original.

Y la situación no ha sido mucho mejor en Ha'il. La lluvia lleva arreciendo con fuerza desde el mediodía y el campamento donde los equipos harán noche está encharcado. Sin duda, unas condiciones que no serán las ideales para que los equipos puedan poner a punto las monturas de cara a los próximos días, y sobre todo para aquellas máquinas que han estado dentro del agua, algunos incluso durante una hora. En el Dakar no sólo se sufre con el calor, también con el frío y la lluvia.