Günther y Vandoorne cierran la semana de los test con la rivalidad de 2023

Último día de entrenamiento para los test en Valencia de la Fórmula E donde amanecimos como viene siendo habitual estos días, la mayoría de los pilotos salen en cuanto se pone el semáforo en verde, tenemos una pugna encarnizada en una tabla de tiempos que cambia a cada minuto y nuevamente tenemos varias banderas amarillas y rojas en pista.

La primera bandera roja ha sido la de un Sebástien Buemi que ha perdido el control de su Envision entre las curvas 3 y 4. El accidente más grave de esta semana, que ha generado algo de miedo en el paddock y que para tranquilidad de los asistentes, se ha suavizado cuando hemos visto al propio piloto salir de su coche y subir al vehículo médico por su propio pie.

Una gracia que no ha sido tan grata con el monoplaza, que ha tenido que ser remolcado por la grúa hasta el box del equipo, pero eso no quiere decir que haya sido el único. Casi superada una hora desde este ingrato accidente, un Avalanche Andretti se ha quedado en tierra de nadie en el mismo punto que su rival.

Para el resto de esta sesión, es la alta frecuencia de público en el primer día de puertas abiertas en las gradas y lo más destacable es el buen desempeño del resto de competidores, que salvo por Nick Cassidy y Sérgio Sette Câmara, todos han completado varias vueltas. Estando dieciocho y habiendo una lucha por las primeras plazas de la tabla con 8 pilotos en 1 segundo y 5 de ellos en 500 milésimas del mejor registro de Jean-Éric Vergne, con un tiempo de 1:25.248.

Unos registros con los que expertos e inexpertos estábamos esperando que hubiera una tarde de sol con la que las temperaturas del asfalto subieran y viéramos el primer registro de la semana bajar del 1:24, además de los pilotos que fueran capaces de conseguirlo. La tarde fue muy entretenida al inicio y no por la actividad en pista, sino por ver disfrutar a los pilotos con el baño de masa de pequeños y no tan pequeños.

Un gesto muy bonito por parte del aficionado de desplazarte hasta aquí en un día laboral, un día en el que había puertas abiertas para el espectador y una tarde que estuvo marcada por la anécdota de ver a Sette Câmara con ropa de calle en el paddock. A falta de cinco minutos para que saltaran a la pista los monoplazas; además de la otra ausencia de la sesión, el anteriormente accidentado, Sébastien Buemi que fuera de peligro, se ha dado más de un paseo por el circuito y ha interactuado con varios colegas de profesión.

Pero en esta ocasión tenemos que dar constancia de que ha sido una sesión marcada por la escasez de banderas amarillas y rojas hasta los últimos compases de la sesión. En el tramo final hemos tenido dos banderas amarillas ocasionadas por el ABT Cupra de Robin Frijns y una bandera roja a falta de 10 minutos para el final de la sesión, producida por el Jaguar de Mitch Evans, que se ha detenido saliendo de la curva 3.

En la primera para el neerlandés, ha trompeado a la salida de la curva 3 a pocos minutos de dar por finalizada la segunda hora de la sesión y que no ha supuesto mayor peligro en pista, al reincorporarse rápidamente a ella; junto con una salida de pista más comprometedora, puesto que ha tenido más problemas al reincorporarse a la pista en la curva 5.

Los tiempos han estado muy igualados con 13 pilotos en el 1:25 citado durante esta semana, lo que denota la competitividad e igualdad de esta competición, que tiene mucho que ofrecernos durante el nuevo 2023 tras el cierre de un 2022 en el que ya se ha dado a conocer el Gen3. Destacar la pugna por la primera posición en la tabla de tiempos, de los que han sido los máximos competidores de esta semana: Max Günther y Stoffel Vandoorne, el germano ha marcado un mejor registro de 1:25.127 y el belga de 1:25.236.