




El piloto catalán ha querido hacer balance de su debut en los Libres 1 del Gran Premio de Estados Unidos y de su primera toma de contacto en un fin de semana de carreras. El piloto de Ganassi y McLaren ha concedido una entrevista al diario AS donde cuenta su experiencia antes y después de subirse al monoplaza británico. Con todo esto, Palou ha hablado de los nervios previos al día de su estreno como piloto de F1, de lo que le costó dormir la noche anterior.
También cuenta que tras lo vivido, ha vuelto a ver esa sesión de Libres 1 en el circuito de las Américas para analizar su actuación junto a sus padres. Por eso, las primeras impresiones del monoplaza han sido positivas y su adaptación al coche fue más rápida de lo esperado. «La noche anterior me costó dormir, debía estar aún con la euforia. Pero contento por cómo fue, un día muy especial que siempre recordaré. Según te vas relajando, entiendes un poco más lo que ha pasado. Vi la sesión de libres otra vez porque desde fuera se ven cositas».
«Poco a poco, hablo con la gente que tengo alrededor, con mi padre y mi madre, a ver cómo lo habían visto y lo contentos que estaban. Pero creo que aún sigo un poco en las nubes«, dijo Palou sobre sus primeras impresiones. La preparación ha sido un factor clave en las buenas sensaciones que dejó Alex durante su oportunidad. El campeón de la IndyCar de 2021 probó el McLaren de 2021 en unos test en el Circuito de Montmeló hace apenas un mes.
También relata el medio día que probó el simulador y el otro medio día que utilizó para que le pudieran hacer el asiento a medida. La preparación física fue clave, ya que el paso por curva más rápido del F1 respecto al IndyCar hace que el cuello sufra más a pesar de tener una dirección más suave. «Me he preparado a conciencia desde hace bastante tiempo. No quería que el físico fuera una debilidad, porque dependía de mí. Si no puedes terminar el programa por culpa del físico, se podrían enfadar un poco. Es más duro en el cuello que un IndyCar y que todo lo que he probado«.
«Creo que estamos muy lejos en el nivel de prestaciones del coche. Son muy diferentes, ni la mitad de aceleración que el F1, ni la mitad de agarre, ni un 2% de tecnología.», comentó sobre las diferencias entre el coche de IndyCar y el F1. Otro de los temas a tratar fue su futuro en la F1 y del camino que ha recorrido hasta llegar donde ha llegado. Tras triunfar en Japón, el barcelonés decidió embarcarse en la aventura americana tras ver complicada una oportunidad para participar en la máxima categoría del automovilismo.
Y salió triunfante de allí tras lograr el título la temporada pasada. Aunque no centra su futuro más inmediato en la F1, está muy agradecido por la prueba que le ha concedido McLaren y no descarta estar en la parrilla a medio plazo. «En el karting, mi objetivo era ser piloto profesional de karting y ya me parecía un sueño vivir de las carreras, porque no nos podíamos permitir los fórmulas. Luego llegó Adrián Campos con la oportunidad de dar el salto, y ahí sí que te lo planteas. Una vez lo conseguimos, en Japón, el objetivo era Estados Unidos porque sabía que la IndyCar la podía conseguir con test y buenas actuaciones».
«No es que la F1 haya vuelto a mi cabeza, pero si te dan la oportunidad de formar parte de un equipo de F1 aunque sea solo para entrenamientos, la tienes que coger por todo lo que puedes aprender. Ahora puedo decir que he probado un F1. Nunca dejaré mi trabajo de verdad por una posibilidad de estar aquí todos los fines de semana y ser reserva, pero sería difícil decir que no a un asiento». Por último, Alex comentó sobre los compañeros que actualmente son pilotos de F1 y con los que coincidió en el karting, como Leclerc, Verstappen o Sainz entre otros, y de la diferente forma de vida entre un piloto de la IndyCar y otro de Fórmula 1.
Una diferencia abismal de dinero entre ambas competiciones que influye en la cantidad de patrocinadores, los sueldos de los pilotos o el nivel tecnológico alcanzado.«No tenemos vuelos privados. Los sueldos de los pilotos que están delante en la IndyCar están dentro de la parrilla de Fórmula 1. Pero toda la parafernalia del lujo no está en la IndyCar. Hay menos trabajo con medios porque hay menos patrocinadores. Por eso también hay menos dinero. Pero las carreras son iguales. En vez de haber 70 ingenieros por coche tenemos cinco, pero se trabaja de la misma manera. Al final, son carreras.», afirmó Palou respecto a las dos categorías.