
La Fórmula 1 aterriza en Francia para afrontar la penúltima prueba antes del descanso veraniego. El circuito de Paul Ricard será testigo de un nuevo duelo entre Ferrari y Red Bull, las dos fuerzas dominantes de esta igualada campaña. Los italianos cuentan con una inyección de entusiasmo tras sus dos victorias consecutivas en Inglaterra y Austria. Su velocidad en el hogar de Red Bull fue abrumadora y esperan repetir su actuación en esta ocasión. Eso sí, no pueden permitirse más problemas de fiabilidad, su mayor quebradero de cabeza en las últimas carreras.
Carlos Sainz busca redimirse de su abandono en Austria, donde tenía el podio más que asegurado hasta el desfallecimiento de su motor. En el aspecto positivo, el rendimiento del madrileño ha experimentado una notable evolución desde Canadá. Su confianza aumenta a medida que se desarrolla la temporada y los límites del Ferrari ya no son un secreto para él. Francia podría suponer una nueva dosis de optimismo, pero su inmediato rival, Charles Leclerc, no le pondrá las cosas fáciles.
Desde que comenzó el año, el monegasco no presenta flaquezas. La mala suerte ha sido la única capaz de detener a un piloto tan rápido como seguro, con una agresividad y sangre fría solamente a la altura de los elegidos. La meta de Leclerc es reducir distancias en el campeonato respecto a Max Verstappen, líder del mismo con 38 puntos de ventaja. Lo cierto es que el holandés también se ha encargado de cortar las alas del de Ferrari repetidamente. El campeón del mundo y Red Bull forman un tándem envidiable, sólido como una estructura de hormigón.
Para vencerlos no solo se necesita una competitividad fulgurante, sino también la perfección en cada paso del fin de semana, algo que Ferrari no acostumbra a conseguir. Los italianos fallan, casi de manera permanente, en algún instante del Gran Premio. Errores que pueden parecer poco transcendentales, pero que frente a Red Bull son sinónimo de derrota. Tampoco están exentos de desaciertos en Alpine. Los franceses son expertos en protagonizar descuidos impertinentes, negligencias que, sobre todo, afectan a un lado del garaje, el de Fernando Alonso. El gafe del asturiano en 2022 llega hasta límites insospechados.
No importa lo brillante que sea su desempeño o lo aparentemente sencillo que sea el camino. Siempre habrá un bache, un obstáculo, normalmente generado por su propia escudería. En Francia compiten con una presión añadida, la de tener la obligación de dar la talla en presencia sus compatriotas, que esperan un resultado digno. Veremos si son capaces de ofrecerlo. En cuanto a Mercedes, no hay que pasar por alto el papel que puede ejecutar. Sabemos que en circunstancias normales no pueden medirse a Ferrari y Red Bull, aunque Lewis Hamilton lo mencionó en Austria: «Siento el triunfo más cerca«. Poco a poco, los alemanes solventan sus deficiencias.
Más despacio de lo esperado, con una capacidad de reacción menos extraordinaria que la de antaño, pero están preparados para aprovechar el mínimo desliz de sus rivales. Desde luego, sería sorprendente ver a los de Brackley errar, en vista de su increíble regularidad. No serán los más veloces, pero son una máquina bien engrasada y al acecho para atacar. Estos serán los principales alicientes de un Gran Premio que se prevé apasionante y tremendamente importante para el devenir del campeonato. En España cada sesión del fin de semana se podrá seguir a través de DAZN F1 y en Latinoamérica por STAR + y ESPN.
España | México | Argentina | |
Libres 1 | 14:00-15:00 | 07:00-08:00 | 09:00-10:00 |
Libres 2 | 17:00-18:00 | 10:00-11:00 | 12:00-13:00 |
Libres 3 | 13:00-14:00 | 06:00-07:00 | 08:00-09:00 |
Clasificación | 16:00-17:00 | 09:00-10:00 | 11:00-12:00 |
Carrera | 15:00 | 08:00 | 10:00 |