
El infortunio no abandona a Fernando Alonso. El asturiano no ha podido tomar la salida en la carrera al sprint de Austria. Partía desde la octava plaza y la sensación en el ambiente era de optimismo, con un claro objetivo: comenzar la prueba del domingo lo más arriba posible. No obstante, su Alpine le volvió a defraudar, un hecho que no es casual en este 2022. Y es que son demasiadas las ocasiones en las que el bicampeón mundial no obtiene el resultado esperado por cuestiones ajenas a su conducción.
Tanto la fiabilidad del coche como el desempeño general del equipo dejan mucho que desear y la paciencia del español comienza a agotarse. El jarro de agua fría ha sido demoledor. Mientras el resto de los pilotos afrontaban la vuelta de formación, Alonso todavía estaba subido sobre los caballetes, con mantas térmicas colocadas en sus neumáticos y el motor apagado. Todo eran indicios de una avería mecánica que terminó por confirmarse cuando el monoplaza fue trasladado a los boxes.
Ni siquiera pudo salir desde el pitlane, pues la unidad de potencia seguía sin arrancar. El resultado: un abandono que lo condenará al último puesto en la salida de mañana. De nuevo, Alonso debía resignarse: «El motor no reaccionaba. Me quedé sin batería y se apagó todo. Otro fin de semana competitivo que desaprovechamos. Estoy en una de mis mejores campañas, ya que me siento muy rápido y fuerte. Por desgracia, no estamos teniendo ni una pizca de suerte. Hemos perdido 50 o 60 puntos a lo largo del año que deberían haber sido nuestros«, señaló el ovetense, palpablemente frustrado.
Tocará remontar desde la cola del pelotón, pero las expectativas no son elevadas. En el mejor de los escenarios, introducirse entre los diez primeros podría ser posible en caso de producirse alguna circunstancia impredecible. De todas formas, teniendo en cuenta los antecedentes, apelar a un golpe de fortuna no es la alternativa más deseable. Alonso acumula demasiados méritos que no se reflejan en sus resultados. Alpine, más que su equipo, parece su piedra en el camino. Los contratiempos deben finalizar cuanto antes.