La Fórmula 1 ha vivido hoy, 15 de mayo, una de sus jornadas históricas con la victoria de Max Verstappen. El piloto holandés, de 18 años, se ha convertido en el día de hoy en el piloto más joven en ganar una carrera de Fórmula 1 y ha confirmado su potencial. Verstappen ha firmado hoy con letras doradas su nombre en la historia de la Fórmula 1 en el día que debutaba en Red Bull, la escudería que vio nacer al anterior ganador más joven, Sebastian Vettel, que hoy le ha acompañado en el podio.
El fin de semana de Verstappen no ha sido el fin de semana de un piloto que hace una buena carrera. Max se subió por primera vez a un Red Bull el viernes, acompañando a uno de los mejores pilotos de la parrilla como es Ricciardo y acompañándole en los tiempos durante todas las sesiones, destacando en la clasificación como el piloto más destacado, aunque finalmente su compañero de equipo le superase.
Y hoy, domingo, en la carrera, Verstappen ha conducido al nivel de los más grandes de la parrilla, incluso luchando con ellos. Es cierto que la victoria de Verstappen tiene como requisito indispensable que los dos Mercedes se den de leches en una curva, y también es cierto que en otro circuito igual no se hubiese producido esta victoria porque los dos Ferrari les habrían adelantado seguro, y también es cierto que si no fuese por la mala estrategia que Red Bull adoptó, su compañero de equipo seguramente habría acabado por delante suya. Pero si aplicamos esta lógica para valorar las victorias de los pilotos no nos queda nadie en pie, ni siquiera Senna o Schumacher. La victoria de Verstappen hoy ha sido inapelable, no ha sido una victoria caída del cielo sino que se la ha trabajado bien.
Ahora llega lo más duro para Verstappen. Los deportistas de élite de cualquier disciplina convergen en un puñado de frases que repetirán hasta la saciedad el resto de sus vidas, y una de ellas es que lo importante no es llegar, sino mantenerse. Verstappen ya ha llegado, ya está en un equipo de élite y ya ha demostrado que puede rendir en un equipo de élite. Ahora tiene que mantenerse, para que su historia en la Fórmula 1 sea una leyenda y no una anécdota. En la parrilla actual puede encontrar dos buenos ejemplos de lo que ello significa. Entre Fernando Alonso y Kimi Räikkönen suman tres títulos mundiales de pilotos, y sin embargo está claro que la sombre del ovetense llegará mucho más lejos cuando se retire que la del finlándes.
Verstappen debe trabajar desde la humildad, algo que no están fácil como parece para un piloto que ha demostrado tener el carácter que tiene Max. Pero eso es trabajo de Verstappen, los aficionados debemos disfrutar ahora de tener otro piloto de talento luchando ahí arriba. Tres han sido las bestias pardas que han deslumbrado a la Fórmula 1 en los últimos años: Fernando Alonso, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. Los tres son pilotos enormes que ya, sin ni siquiera acabar sus carreras, son leyendas de la Fórmula 1, pilotos sin los que la historia de la Fórmula 1 no se puede explicar. Ojalá se cumpla un sueño recientemente de los que vemos la Fórmula 1: ver luchar a los mejores con coches similares. Y si Verstappen está entre ellos, la lucha puede ser bestial. Tan solo pensadlo por un momento: Vettel, Hamilton, Alonso y Verstappen luchando por un título de pilotos.