Alonso, Sainz y… ¿Merhi?
Cierren los ojos. Piensen. Sueñen. ¿Por qué no pensar que Roberto Merhi estará entre los 22 pilotos de la parrilla de Melbourne el próximo 20 de marzo?
Las actuaciones protagonizadas durante el año pasado son su mejor aval. Garantía sellada que le debería un asiento. Su candidatura que, a nivel de resultados, no tiene nada que envidiar a las de los otros pilotos que aspiran al puesto. El de Castellón fue siete veces más rápido que su compañero Will Stevens. Los expertos en Fórmula Uno destacan al español como la mejor opción en el aspecto deportivo y apuestan por él como el mejor candidato a sacar adelante los mejores resultados. Quién sabe si en cualquier otro deporte Roberto Merhi tendría a estas alturas el futuro en el aire. No imagino a un conjunto ciclista prescindir de uno de los mejores corredores del pelotón. Ni a un cuadro de baloncesto dejar fuera a uno de los mejores lanzadores o un equipo de la NFL dejar fuera del partido a su quarterback. Por eso la Fórmula Uno es tan especial, siempre con el negocio entre ceja y ceja.
Factor económico. Pues eso, que en esto de la Fórmula Uno no cuenta solo el nivel de calidad y los resultados. La cantidad de dólares que puedas aportar a tu equipo es algo vital a la hora de optar a un asiento de Fórmula Uno. Más aún en un equipo como Manor Racing. La humilde escudería con sede en Dinnington colocará al piloto que aporta la mayor cifra. Las puertas de Merhi ya se han cerrado un poco más. Las cifras oscilan en los ocho millones de euros. Quizá sea demasiado para alguien como él.
Papel secundario. Seguro que nunca se rendirá hasta ver cumplido su sueño. La opción de ser piloto reserva o de desarrollo en un equipo de mitad de la parrilla puede ser lo que tenga que afrontar. El ser sin estar. O mejor dicho, estar sin participar. Estar en la trastienda de las carreras sin jugarse el tipo cada domingo. Ayudar al equipo con el simulador y esperar en la sombra una nueva oportunidad, sin hacer ruido. Seguro que en el futuro le lloverán las oportunidades. El futuro le debe alguna, desde luego. Abran los ojos, el futuro de Merhi está por venir.