El 2015 de... Williams
Un peor coche que en 2014 y los mismos fallos estratégicos de siempre han sido las razones por las cuales los resultados de Williams han empeorado con respecto a la pasada campaña. Los circuitos de motor han supuesto el amparo de los ingleses, que han cortado pronto el desarrollo del FW37 para centrarse en el coche del próximo año.
La pretemporada de Williams
Desde los primeros test de la pretemporada en Jerez, Williams empezaba a vislumbrar cuál iba a ser su rival en 2015. Red Bull se hacía a un lado para dejar paso a Ferrari, que con sus nuevos motores mejorados empezaban fuerte y metiendo miedo desde el primer día. También en el apartado de fiabilidad. Entre Valtteri Bottas y Felipe Massa, Williams completaba 1230 km en sus primeros cuatro días de actividad en el trazado andaluz por los 1540 de los coches rojos. El FW37 se iba poniendo más a punto en Montmeló, pero también iba desvelando algunas de sus carencias, como un peor equilibrio que el coche de 2014, menos nervioso que su sucesor. En el circuito catalán, los Williams mejoraban sus números en la primera semana pero sobre todo en la segunda, donde eran el tercer equipo con más vueltas completadas por detrás de Toro Rosso y de unos Ferrari dispuestos a robarles los podios a los de Grove a lo largo de toda la temporada.
La temporada de Williams
La Fórmula 1 volvía de la mano de Albert Park, como es habitual, pero quizás lo hacía en mal momento para algunos. Un fuerte dolor de espalda dejaba fuera de juego a Valtteri Bottas tras la sesión de Clasificación e impedía su participación en la carrera, donde Massa conseguía salvar un cuarto lugar para empezar de manera optimista el año. Malasia y China no ofrecían mejores posibilidades a los Williams, que finalizaban quintos y sextos en ambas carreras por detrás de Mercedes y Ferrari. A partir de entonces, los de Maranello iban a ser más accesibles. En Baréin y España, Bottas salía airoso de las primeras luchas en pista con Vettel y Räikkönen y se hacía con dos cuartos puestos que le permitían superar en la tabla a su compatriota finlandés, que se convertiría en su principal rival a lo largo de todo el año.
En Mónaco llegaba el primer varapalo para Williams. Los ingleses no conseguían encontrar el ritmo en un circuito de adherencia y tracción y ambos coches se quedaban, consecuentemente, fuera de los puntos. Sin embargo, la exigencia mecánica rescataba a la escudería de Grove, que conseguía sus primeros podios de la temporada en Canadá y Austria. Como ya hizo en 2014, Spielberg se erigió en bálsamo para Felipe Massa, que se hizo con el tercer puesto en carrera, mientras que Bottas completó el buen fin de semana para Williams con una quinta posición. Gran Bretaña ayudaba a cerrar este buen tramo de la temporada. Con los Ferrari en un claro escalón por debajo, Williams consolidaba su momento de forma con un cuarto y quinto lugar.





El Gran Premio de Hungría ofrecía una carrera agitada en la que Williams no iba a saber desenvolverse bien. Un fallo de Massa al colocarse en la salida, que a la postre implicaba una sanción, y un pinchazo de Bottas arruinaban la cita magyar con un nuevo cero en el casillero. La situación no iba a mejorar, de hecho la dinámica de errores se iba a extender unas carreras más. El equipo motorizado por Mercedes no lograba imponerse claramente entre Bélgica e Italia. Felipe Massa, con un tercer puesto en Monza, superaba por primera y única vez desde Baréin a su compañero en el mundial. El podio del brasileño era el mejor resultado para los británicos en este tramo en el que dejarían escapar algunos puntos a causa de las estrategias fallidas. Con la temporada europea concluida, Singapur y Japón mostraban de nuevo la cara mermada de una Williams ya superada claramente por Ferrari.
La llegada de Rusia ponía otra vez de relieve la rivalidad entre Räikkönen y Bottas. El campeón del mundo realizaba un adelantamiento suicida que acababa con Bottas en las protecciones. El piloto de Williams tenía su revancha en México donde, nuevamente por error de Räikkönen, se producía un toque entre ambos que esta vez destrozaba la carrera al de Ferrari. Entre medias, el complicado Gran Premio de Estados Unidos se tornaba en territorio estéril para Williams. Una nueva hornada de errores estratégicos, de pilotaje e, incluso, mecánicos les impedía entrar entre los diez primeros. Final similar en las últimas dos carreras. La descalificación de Massa en Brasil y el ‘unsafe release’ a Bottas en Abu Dabi ponían la guinda a los desastres de Williams en este 2015.
El balance al final de la temporada de Williams podría considerarse positivo en cuanto a la tercera plaza cosechada en el Mundial de Constructores, al igual que en 2014, pero los resultados han sido ligeramente peores que los conseguidos el año pasado. Los cuatro podios de este año saben a poco si se comparan con los nueve de 2014 y la cuarta plaza del Mundial de Pilotos se la ha terminado llevando un paupérrimo Kimi Räikkönen que, a pesar de todo, ha podido doblegar a la mítica escudería de Frank Williams.
La anécdota de 2015
En Bélgica iba a llegar el momento más rocambolesco de la temporada de Williams. Sucedía durante la carrera. Bottas realizaba su primer paso por boxes y, en su parada, sus mecánicos cometían un llamativo error. El finlandés salía de nuevo a pista con tres ruedas blandas y una cuarta del compuesto medio. La normativa prohíbe que se usen dos compuestos diferentes en un mismo stint y todo hacía pensar que esta equivocación se resolvería con una bandera negra, sin embargo, contra pronóstico Bottas solo tuvo que acarrear un drive through tras el cual iba a poder volver a pista nuevamente con un juego de diferentes colores en cada flanco del coche. Momento surrealista pero a la vez claro ejemplo de los problemas que aún padecen los británicos en boxes.





Los conflictos de Williams
Una de las causas de la retirada del mundo del motor de Susie Wolff bien podría trasladarse a su encontronazo con Williams esta temporada. Los problemas de espalda de Bottas en el primer Gran Premio permitían soñar a la británica con la posibilidad de participar en alguna carrera. Sin embargo, ante esta probable eventualidad, en el equipo de Grove decidían fichar a Adrian Sutil como piloto reserva, un rol que se trató de diferenciar, mediante las explicaciones de Claire Williams, del de piloto probadora, que ocupaba Wolff. A pesar de las jornadas de viernes en las que pudo correr, además de la pretemporada, el asiento titular se le escapaba definitivamente a Susie Wolff que, tras esta zancadilla de su propio equipo, decidía arrojar la toalla de manera definitiva.
El futuro de Williams
A diferencia de 2014, donde Williams evolucionó su coche hasta el último Gran Premio, el trabajo del equipo ha sido diferente esta temporada. Con el tercer puesto de constructores consolidado, los esfuerzos se han puesto desde bien pronto en el coche de 2016, que se espera que sea “significativamente diferente” al de este año, según el jefe de rendimiento del equipo, Rob Smedley. Esta es una señal evidente de que Williams no puede vivir de las rentas del diseño del año pasado que tan buenos resultados les trajo. La ambición debe volver a Grove de la mano de Smedley y Pat Symonds, hombres clave que están llevando a cabo la resurrección del equipo Williams, que en los próximos años tendrá nuevamente la tranquilidad de dar rienda suelta a la imaginación sobre un chasis que se sustenta en un motor potente ya de partida, como el Mercedes. Si los cánones de la Fórmula 1 actual no cambian en demasía, las posiciones cómodas de puntos deberían seguir siendo accesibles para ellos y, a partir de ahí, el ingenio es el que debe poner la pizca de genialidad necesaria para seguir viendo pisar el podio a los pilotos de esta histórica escudería.