La temporada parecía prometedora tras el resultado obtenido en la primera carrera celebrada en Australia, pero nada más lejos de la realidad. Los problemas financieros han lastrado a un equipo que fue de más a menos y que tiene una larga dura pretemporada por delante.
La pretemporada de Sauber
La cosa durante el invierno no pintaba mal. El equipo suizo pudo acumular gran cantidad de datos debido al gran número de vueltas que pudieron realizar y los tiempos no eran nada malos. La escudería estrenaba colores y un nuevo motor Ferrari de 2015 que era mejor que el anterior, así que con estos ingredientes era de esperar que la lucha por los puntos fuese constante durante la temporada. Tras un duro periodo de trabajo entre la última carrera de 2014 y la primera de 2015, era hora de poner las cartas sobre la mesa y mostrar en Australia el mejor coche posible.
La temporada de Sauber
Y llegó la carrera en el circuito de Albert Park. La prueba que iniciaba la temporada no podía haber comenzado mejor. Felipe Nasr terminó en quinta posición en el que era su primer GP y Marcus Ericsson octavo, sumando así catorce puntos magníficos para ser la primera carrera del año. Los de Hinwil prometían dar guerra, pero no tanto como luego se pudo ver.
Pero Australia fue un espejismo y el bajón de rendimiento llegaba por momentos. En Malasia los resultados no fueron tan buenos y las decepciones llegaban con el primer abandono de la temporada para el equipo y cero puntos a sumar, resultado que se repitió en diez pruebas a lo largo de este año. Los suizos pusieron los pies en la tierra y se dieron cuenta de que iban a sufrir más de lo esperado.
El propulsor Ferrari ayudaba, pero no lo suficiente para pasar de forma continuada a la Q3 en cada carrera y eso condicionaba la carrera de los chicos de Peter Sauber. Según pasaban las carreras las mejoras tardaban más en llegar y la situación económica era un lastre para las aspiraciones de mejora en Sauber. Sus dos pilotos han sido capaces de puntuar en casi la mitad de las carreras disputadas, pero no lo suficiente para ser el tercer peor equipo de la parrilla en este 2015. Coincidiendo con la celebración del GP de EEUU, el equipo pudo celebrar los 400 GP’s en “El Gran Circo”.
En cuanto a sus pilotos, cabe destacar el papel del debutante Felipe Nasr. El piloto brasileño ha sido una de las gratas sorpresas de este año. Empezó muy bien pero con el paso de los meses su rendimiento disminuía al igual que el de su monoplaza. Ha conseguido veintisiete puntos, con un total de dos abandonos y terminando sin puntuar en once carreras. Peores números tiene su compañero de equipo Marcus Ericsson. El sueco no ha sabido aprovechar su experiencia en la competición y ha sido superado casi constantemente por Nasr en cada circuito. Tan solo ha sumado nueve puntos, abandonando tres veces y terminando sin puntuar once veces.
Con estas cifras, se puede decir que Sauber ha sido víctima de sus numerosos problemas internos que han impedido repetir resultados del pasado. Antepenúltimo en la clasificación de constructores, este año no será para recordar dentro del equipo suizo.
La anécdota del 2015
Sin duda, la anécdota de este año para el equipo Sauber fue el lío con los pilotos titulares justo antes de la carrera que daba inicio. Con tres pilotos con contrato en vigor para ocupar sólo dos asientos la polémica estaba asegurada. El equipo ya tenía a sus elegidos: Ericsson y Nasr. Pero el tercero en discordia, Giedo Van der Garde, tenía un firmado un contrato en vigor por el cual le correspondería ocupar como piloto titular uno de los dos asientos. La justicia australiana le dio la razón un día antes de la celebración del Gran Premio. Si el holandés no corría, el equipo vería embargado sus bienes y dificultaría sí su participación en el mundial. Finalmente, Sauber y Van der Garde llegaron a un acuerdo para rescindir el contrato del piloto a cambio de una indemnización de quince millones de euros.
Los conflictos de Sauber
Como la mayoría de equipos privados, el dinero y la falta de recursos ha sido quizás el conflicto más importante del equipo dirigido por Monisha Kaltenborn. Sus dos pilotos, independientemente de su experiencia en categorías inferiores previas a la F1, fueron escogidos por el dinero que aportaban al equipo en forma de patrocinadores. Pero el dinero pareció acabarse demasiado pronto, puesto que hubo un bajón de rendimiento según avanzaba el año. Si a eso le sumamos los resultados y la polémica ya citada anteriormente de Van der Garde, se puede decir que esta no ha sido una temporada tranquila para Sauber.
El futuro de Sauber
Lo primero que hay que señalar de cara al futuro de Sauber es la elección de sus dos pilotos. En 2016 repetirán alineación con Nasr y Ericsson tal y como anunciaron este pasado verano. Con esa incógnita ya resuelta, queda resolver la más importante: el rendimiento que ofrecerán de cara a la temporada que viene. El motorista ya se sabe que será Ferrari, así que el túnel del viento tendrá que trabajar muchas horas para darle una montura a la altura del propulsor italiano.
¿Y qué esperar del 2016? Pues de momento, como en la mayor parte de los equipos, la próxima temporada es una incógnita sin antes ver rodar los monoplazas en los test invernales. Aparentemente, Sauber luchará por estar en el pelotón central que intentará colarse en zona de puntos cada carrera, aunque hablar de conjeturas sin que los equipos saquen a relucir sus nuevos coches es complicado y más en este deporte.