¿Cómo afecta la altura de México?
Este fin de semana la Fórmula 1 se encuentra en el Autodromo Hermanos Rodríguez, en Ciudad de México, el circuito con mayor altura de la temporada y que provocará cambios en el rendimiento de los monoplazas y los pilotos. Más altura, menos oxígeno y menos presión atmosférica serán duros rivales para ingenieros y pilotos en este gran premio.
A lo largo de la temporada la Fórmula 1 viaja por todo el mundo, por casi 20 países y por trazados muy diferentes entre sí, pero nunca se habían llegado a las características del Hermanos Rodríguez. Si hablamos de altura con respecto al mar Austria y Bélgica son los circuitos más diferentes del campeonato ya que están situados a 700 y 800 metros de altura respectivamente. Pero este año México ha vuelto al calendario y ha terminado con este pelicular dato, ya que el Hermanos Rodríguez se encuentra a 2.200 metros de altura, el único circuito semejante que ha formado parte del mundial de Fórmula 1 se encontraba en Sudáfrica a unos 1.700 metros de altura. Esta situación tendrá influencia en tres puntos: la aerodinámica, los motores y los pilotos.
Una mayor altura implica que la presión atmosférica sea menor, por lo que los monoplazas tendrán menos dificultades para moverse a través del aire. Para entender esta situación tenemos que pensar en el aire como una masa, un líquido por ejemplo. En circuitos como Abu Dabi, que se encuentra a menos de 10 metros de altura, este líquido es muy denso debido a la presión atmosférica, por lo que moverse a través de ese aire es más difícil porque los alerones trabajan más y tiran más del monoplaza hacia el suelo. A la altura de México, ese aire es mucho menos denso y los alerones, sobre todo el trasero, no harán tanta fuerza sobre el monoplaza y en las zonas de rectas se alcanzan mayores velocidades. Este echo explica que ayer Lewis Hamilton batiera el récord de velocidad y alcanzara los 362 km/h. Pero también tiene su parte negativa, en los pasos por curva tienen menos agarre y los monoplazas tendrán más problemas para virar sin deslizar.
El motor será otro punto importante en el que los ingenieros tendrán que trabajar, centrándose en el turbo. El sistema turbo de los monoplazas aspira el aire del exterior para comprimirlo en una turbina, aumentando la presión de los gases e introduciendo una mayor cantidad de oxígeno en los cilindros. Pero la altura del circuito mexicano provoca que la cantidad de oxígeno en el aire sea menor, por lo que los turbos tendrán que compensar esta falta de oxígeno aumentando las revoluciones, un aumento que podrá ocasionar roturas. Los motores Mercedes y Ferrari tendrán menos problemas para soportar este cambios, pero los motores de Renault y Honda están comprometiendo su fiabilidad para no tener una gran deficiencia de potencia. Y el caso de Manor es aún mas extremo, porque cuentan con un turbo de 2014 que no está preparado para aumentar sus revoluciones y tendrán una gran falta de potencia.
Y por último, y no por ello menos importante, los pilotos tendrán que adaptarse. La existencia de menos oxigeno dificulta la respiración y por ello muchos pilotos han tenido que entrenar con máscaras de hipoxia para adaptar su cuerpo a dar el máximo con una menor demanda de oxigeno. Esta situación desgastará más a los pilotos y en competiciones como el Dakar hemos visto como algunos pilotos sufrían desmayos.
México está siendo un gran premio especial para el país, que vuelve a la categoría reina del automovilismo, y para los aficionados que siguen a Sergio Pérez, pero también está siendo un reto para los equipos y sus pilotos por las condiciones geográficas.